Volvemos con otro nuevo homenaje personaje&actor, en
esta ocasión le toca el turno al
Lobo solitario y su Cachorro (Lone Wolf and Cub) o lo que es lo mismo Ogami Itto y su pequeño hijo Daigoro.
La historia de Ogami Itto, es una historia de honor
y venganza, que junto con su hijo Daigoro de tres años seguirá el camino del
asesinato para así poder vengar la muerte de su mujer y limpiar su honor como
samurai,
aunque esto último le importe
poco...
La imagen del samurai junto a su pequeño hijo con su carrito de
madera es simplemente brutal, y no exagero cuando digo que se ha convertido
en todo un icono del mundo del cine…
Las aventuras del Lobo solitario y su Cachorro vieron la luz
por primera vez en forma de manga allá por 1970, a los pocos años fue llevado
a la gran pantalla y se convertiría en una saga de seis películas, que
conseguirían un éxito sin precedentes en Japón. Las aventuras del personaje
también pudieron seguirse en forma de serial televisivo
y cabe destacar que la serie de tv no fue interpretada
por el actor original. En 1980 el personaje fue conocido mundialmente
con el lanzamiento a nivel internacional de la película titulada Shogun
Assassin, que no era sino un refrito de las seis películas ya citadas anterormente.
El personaje del Lobo solitario fue interpretado por otro
grande,
Tomisaburo Wakayama, hermano de Shintaro Katsu actor que dio vida a
Zatoichi y del que ya hablamos anteriormente. La carrera de Tomisaburo Wakayama estuvo marcada por su éxito
interpretando a Ogami Itto, pero hay que decir que en su prolífica carrera como
actor tuvo otros grandes trabajos.
Sobre las miniaturas, junto con Zatoichi y Yojimbo completan la referencia
SA-039 de Kingsford Miniatures, una vez mas destacar la gran escultura del
personaje y es de agradecer el añadido del carrito, además en esta ocasión las líneas de molde fueron menos
y no tan molestas. Mil gracias a Kingsford por haberme hecho disfrutar
como un enano a la hora de pintar estas miniaturas.
La pintura, un nuevo desafío se cernía ante mi y no era otro
que el color negro, ese color tan jodido junto con el blanco en este mundo nuestro de
los pintores de miniaturas. El reto era grande ya que nunca había pintado tanta
superficie de este color, pero la situación lo requería... Ya que parte de la personalidad
del personaje se encuentra en su vestimenta de color negro, que le da ese aire
de sobriedad y juez ejecutor. Así que me puse manos a la obra y aquí podéis
ver el resultado…
Estoy muy
satisfecho del acabado final y en especial con el rostro del personaje, y lo
mejor de todo,
creo que le he perdido el
miedo a este “bonito” color.
Basta ya de
tanta palabrería diréis, mejor juzgar
por vosotros mismos…